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Con tu lenguaje pirotecnico

todo parece mas violento

que se asusta mi viento atropellado

(ese que cargo en la cabeza),

mas el dulce roce musical

de tu piel amorenada

oh criatura hermana

de las tinieblas benditas de mi carne

-nuestra carne-

desmiente el golpe!

 

Y me entrego mia al fin

y te recibo tuya al fin.

 

Nuestro baile hace agonizar los

inviernos, derritiendo glaciares

del norte y del sur

esos que te jactabas haber conquistado,

para que?...

si los ocasos internos de nuestras manos

                                                       amantes

conviven igual con la amargura

que con el gozo

que con el llanto...

que se viene acumulando

desde tu primer latido,

antes de ser mujer, amante

o espasmo.