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HOJAS

Con el mar bravío

Con el mar bravío

Desordená tus gavetas desde temprano,

talvés encontrés objetos extraviados

debajo de la mesa o detrás del cuadro,

que un dia un duende cualquiera

se llevó.

 

Cucharas, llaves, carteras

amigas, puertas, piedras

detrás de cada emoción una insignia

“al rato si somos como el papel y como decía el flaco de corazón de tiza

 

Por eso el juego de la tinta azul:

teníamos expandido tanto polvo perdido

y se formaron tantas figuras en la arena

que entonces nos fue fácil regresar con

el mar bravío en los pulmones.

 

Al menos yo no regresé para escupir estrellas

                                                                           de mar

-¡si esas cosas ya no están vivas!- me dijiste

Ni regresé para escupir besos

                                                   de ventana

-¡ni siquiera te pueden ver desde acá!- me recordaste.

Si tengo el mar bravío en los pulmones

cómo conformarme con consumo

ególatra

o sedación iracunda?

 si tengo el mar bravío en los pulmones

cuando se nos quiere degradar moralmente

con su mediocre discurso vendido

cuando nos chupan el alma

con irreflexiva violencia ciega.

 

Si tengo el mar bravío en los pulmones,

regresé para verterlo en la calle,

con el compañero y la compañera,

regresé para cantarlo en la plaza

con los demás mares bravíos

que no saben del miedo

ni del silencio.

 

Oct-nov/2012

 

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