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HOJAS

continuacion de puntos Medios...

 

Defiendo la razón en términos carnales

 

Acaso todos los hombres tienen armas?

Acaso todos pican y duelen y me hacen retorcer?

Acaso todas las mujeres huelen a hierba?

 

Tu incertidumbre ahora es nuestra,

el origen que te falta a mi se me perdió

aquella noche cuando de trozo en trozo me

                                                                       hice nada.

 

Tu mano es un fragmento inexacto

de estrella roja a punto de estallar

y cuenta sus días anestesiándose efímeramente

en charcos de hierba seca.

No puedo completar,

no puedo alongarte de mi rama.

 

Has hecho de mi razón

una aliada de dos rostros

uno doliente y otro burlón

porque sé que no caben tus deseos

en los míos,

el cuerpo es la mitad...

el resto es mi aire.

 

Deseo tu sueño

Yo sueño en deseo

c

 

Sin razón, dormida en deseo.

Cruzándome tus piernas fueron sueño

de lo que ahogo en boca.

Olor de dulce sonrisa que abre su mirada

a canales carnales que siento llorar,

de pronto tus manos se comen las mías

y me vuelvo trémula de suspirar.

 

De beso que lloro, que canto, que huelo

y de lleno me vuelco en un abismal

castigo de piedra, me atrapa el sin fondo

pecho que arde si me ha de tocar.

 

 

Tu cara, mi vida, hambrienta fresa

consumidora de lo que consumo

con sumo cuidado

y extrema delicadeza.

 

Tienes un ave parpadeando

y me guiña en la rodillla

que flexiono - tan confundida-

del placer que en demasía

me explota en cada poro.

 

(Deseo tu sueño

Yo sueño en deseo)

 

Mis manos ahora carmesí

te acercan y te alejan,

estás tan sobre mi

pero la presión del universo

se siente ambivalente (como todo desde aquí)

 

Desde arriba en la abertura

es diferente tu manera

de arrancarme toda entera

a lo que pensé que antes era.

 

Estoy tan loca!

Estas tan cerca!

El mar de Venus en una lágrima contenido

se tira al viento

por mi cobarde movimiento

de huir...para ver si así despierto.

 

Por vos soy caducifolia

 

Sangre fría. Reptil inerte

cual viento de amanecer errante.

Saboreas sin sentir el sabor a hierro.

 

Sangre que me sale de una roca

helándome las ramas con que te acaricio,

Y esa caricia es áspera

como la tez de un difunto en la arena.

 

Sangre que envuelve la habitación

en el querer de un amor Terminal,

yo por vos soy caducifolia,

Vos por mi tenés hojas dormidas en los labios.


Cadenas de ceniza

 

La involución de la lluvia celestial y maldita,

eterna y verdadera en cada sueño agobiante,

¿porqué he de dormirme en un lecho de hierro,

si solo espero salvarme de la neblina?

Imposible...parece ser...

 

Sus huesos son cenicientos

aun sin ser consumidos

 

Es libre como las bestias

en celo de los mares

 

Cadenas de huesos,

Cadera, cadenas, cadera,

le abrazo los huesos,

y siento que me pide en silencio que se los quiebre todos,

pero yo no tengo el coraje para consumirle...

para hacerme ceniza yo también.  

 

Me adoran sus ojos en escuálida estructura,

me necesita su cuerpo para no derrumbar.

 

Ese polvo hechicero me brinda calidez,

desde la porción diminuta del dorso de su pecho. 

Tengo, por ahora, crecidas las raíces en las llamas.

Y siente que le pido en silencio que me reduzca a ceniza,

ser de huesos como su cadera.

Cadena de Huesos, sublimación.

Adherencia de ojos en cruces invertidas.

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